La aplicación de la pintura en polvo se basa en adherir el polvo cargado eléctricamente sobre piezas metálicas.
Una vez hecho esto, las piezas se hacen pasar por un horno a una temperatura determinada donde polimerizará durante el tiempo necesario, quedando la superficie metálica recubierta por una capa de pintura homogénea.
A la salida del horno, las piezas se dejan enfriar hasta alcanzar temperaturas inferiores a 30º para poder ser manipuladas, realizar los controles de calidad adecuados, proceder al acondicionamiento y el producto ya estaría listo para su expedición.
Recubrimiento DÚPLEX
Pieza cincada + pintura en polvo
Aplicamos además revestimientos Dúplex, que consisten en la protección previa del metal base mediante recubrimientos con cinc o aleaciones como cinc níquel y, sobre estos, una capa de pintura en polvo o 'lacado', que aporta mayor resistencia anticorrosiva y mejor acabado estético al producto terminado.